Guía Roma: # Día 4, parte 1.




ANTES DEL AMANECER

Lo último que habíamos visto la noche anterior había sido la espectacular Fontana di Trevi, pero estaba demasiado abarrotada. Esta vez queríamos un cita a solas.

Era muy temprano y tal vez no querría recibirnos tan pronto, pero había que intentarlo. Mientras tanto disfrutamos de las vacías calles que nos llevaban hasta ella.

Era muy temprano y no estaba sola, un pequeño grupo de madrugadores también quería ver amanecer acompañados por su monumental presencia.

Fue todo un lujo disfrutar casi solo para nosotros de su grandeza bajo la pálida luz de la mañana.

Y en medio de este escenario tan bucólico paso algo que, como si de repente tu disco favorito se rayase, nos devolvio a la realidad a golpe de funcionarios. Si señores, pudimos ver nada más y nada menos como aspiraban literalmente las monedas que había en la fuente. No, no se van a un lugar mágico, a no ser que queráis ponerle ese nombre a las arcas del Cavalieri.

Bueno anécdotas a parte, empezar la mañana disfrutando de la obra de Nicola Salvi era increible, eso sí nos guardamos nuestros 50 céntimos.


TERESA, EL CUERPO... DE CRISTO.

Otra de las paradas ineludibles en este viaje es Santa Maria della Vittoria.
El motivo, otra de las grandes obras de Bernini: El éxtasis de Santa Teresa.



A medio camino entre los deseos más terrenales y la castidad más divina. la Santa de Ávila se eleva ante nosotros revolviéndose en un torbellino de sensaciones...

Un siglo después de que estuviese terminada, un crítico Francés la vió y dijo:
" Si esto es amor divino, yo lo se todo sobre él"

La belleza de este grupo escultórico es abrumadora, asi que, que no os de vergüenza quedaros de piedra ante el ardiente mármol.
Bernini no estaba en su mejor momento cuando le encargaron este trabajo, pero cuando terminó este conjunto de grupo escultórico y arquitectura, dijo:
- "Superad esto"
 Nadie lo hizo.



 Todos aquellos que consigan abandonar su estado de éxtasis, podrán ir a visitar a San Carlino.
Lo siento porlos que hayan pensado que se trata del prota de Men in Black, vestido de Santo.

Es algo mucho mejor, (aunque no tan gracioso) Carlino es el apodo que se le ha dado a la iglesia proyectada por Borromini: "San Carlo alle quatro fontane". 




Entrar a admirar la obra del archienemigo de Bernini solo será cuestión de un rato, muy bien aprovechado.


PALAZZO MASSIMO

La colección del Museo Nacional Romano, está dividida en cuatro edificios diferentes:


- Palazzo Altemps.
- Palazzo Massimo.
- Cripta Balbi.
- Termas de Diocleciano.

No os preocupéis, no tenéis porque entrar en todos a la vez, y además si no recuerdo mal, creo que por adquirir la entrada de alguno de ellos, hacen descuentos en resto. Pedir información por si acaso.

Es muy fácil de encontrar, está muy cerca de Termini (al Oeste), además, su facahda neorenacentista no pasa desapercibida.

Para nuestra sorpresa estaba casi vacío, asi que, pudimos disfrutar en un apacible silencio de los grandes tesoros arqueólogicos de Roma, nada más y nada menos.
Los amantes de la aqueológia y el arte antiguo seguro que tenéis mil y un razones para entrar, pero para los que todavía duden os voy a intentar convencer con estos argumentos de peso ( no solo literal).

- Escultura republicana y altoimperial Romana ( la época de tito César, Augusto y demás grandes).

 
  
Discóbolo Lancelotti


Niobide Morende

Y es solo un pequeño ejemplo...

Además de una espectacular colección numimástica y estupendos ejemplares de pintura y mosaicos.
Espero haberos convencido para disfrutar de esta sensacional e irrepetible muestra de arte antiguo.


¡¡¿POR QUÉ NO ME HABLAS?!!

No os asustéis, no os voy a contar niguna pelea con mis compañeros de viaje...
 

En el barrio "Esquilino", la iglesia San Pietro In Vincoli, guarda en su interior una de las esculturas más célebres del genio renacentista Michelangello Buonarotti, Miguel Ángel para los amigos.

Esta escultura es el Moisés, originalmente concebida para la tumba del papa Julio II, conocido como el Papa Guerrero, con esto os lo digo todo.



El resultado final de la tumba quedó muy lejos del proyecto original que estaría siutado en San Pedro, peró aún así eclipsa el resto de riquezas de esta y otras muchas iglesias de Roma.

Tal es la fuerza y el realismo con la que el artista dotó a esta escultura que, cuenta la leyenda, cuando la terminó en 1545, le golpeó una rodilla y le dijo:
¡¿Por qué no me hablas?!
En fin, la terribilitá tiene estas cosas...

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